9.25.2007

Benedicto XVI en Austria, entre la verdad y la intolerancia




Queridos amigos, mi artículo de este mes en La Segunda:

A comienzos de mes, el Papa estuvo tres días en Austria, con motivo de los 850 (!) años del santuario mariano Mariazell en la Steiermark o bien Estiria, en castellano.

Durante los tres días de la visita, el tiempo fue inmisericorde con el Papa y con los peregrinos llegados de todo el Este de Europa (y hasta con la plana mayor de los políticos de todos los colores que no se perdieron ni siquiera la peregrinación al santuario.

Pese a la lluvia, al viento y al frío, lo único que se cambió en el programa fue el recibimiento del Papa en el aeropuerto. No se le rindieron honores “en la loza” de Schwechat, sino en un hangar.

Ese mismo día, en Viena, el Papa visitó el el monumento a las víctimas del holocausto. Lo recibió el gran rabino de Viena, Paul Chaim Eisenberg, con una kipá blanca, reservada para las grandes ocasiones.

El cardenal Schönborn (joven arzobispo de Viena y un papabile, así que habrá que seguirle la pista) dijo -y esto es una importante aclaración hacia los grupos neonazis que pululan por estas regiones-:

“Pedro era judío, los apóstoles eran también judíos. María es judía, Jesús, su Hijo, nuestro Seor es judío por ella” (...) La Iglesia cristiana no puede olvidar nunca “el tronco que nos sostiene”. En este contexto, sería bueno recordar que la expresión “nuestros hermanos mayores”, hoy muy difundida en la Iglesia, fue acuñada por el mismo cardenal Ratzinger.

Ante los políticos, Benedicto se refirió a temas conflictivos como no lo había hecho en ningún otro viaje. Supongo que Austria y en general Europa Central y Oriental están preparados para escucharlo:

“Fue en Europa en donde la noción de derechos humanos fue formulada por primera vez. El derecho humano fundamental, el antecedente de todo otro derecho, es el derecho a la vida misma. Esto es verdad desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”.

Es una verdad de perogrullo: si no hay vida humana ¿qué derechos humanos vamos a respetar? “En consecuencia, el aborto no puede ser un derecho humano, es totalmente opuesto a un derecho humano”.

Y al día siguiente en Mariazell (la traducción no literal es mía): “Nuestra fe se enfrenta a la resignación que nos ve como personas incapaces de llegar a ver la Verdad, por considerarla muy grande para el ser humano. Esta resignación es, estoy convencido de ello, el núcleo de la crisis del Occidente, de Europa (...) si no hay verdad entonces el ser humano no puede distinguir entre mal y bien”.

Es este el problema fundamental en Europa de hoy.

”Necesitamos la verdad, pero, debido a nuestra historia, tememos que la fe en la verdad traiga consigo la intolerancia”. Sí, es lo que pensamos y tememos muchos europeos, sobre todo en esta región de Europa, que ha visto, vivido y sufrido los dos totalitarismo más terribles de la historia en menos de un siglo, en nombre de la “verdad” de la raza y de la “verdad” de la clase.

Llegados a este punto, el prof. Ratzinger hace mirar a la iglesia de Mariazell, donde vemos a Jesucristo, primero como niño en los brazos de su Madre y después, en el altar mayor de la basílica, crucificado.

Continúa: “estas dos imágenes nos hacen ver que la verdad no se impone con la fuerza exterior, sino que la verdad es humilde y se da a todos los hombres con la fuerza interior de su propia verdad”.

Sí, “la verdad se expresa en el Amor“. La verdad “nunca es de nuestra propiedad, no es nuestro producto, tal como no podemos producir el amor, tampoco podemos producir la verdad. La verdad sólo se puede recibir y regalar a otros...”.
En Derecho Romano, decimos que nadie da lo que no tiene.

Por algo se afirma en Alemania, que Ratzinger-Benedicto es uno de los dos teólogos alemanes más grandes de la historia. El anterior -dicen hasta los luteranos- fue Lutero.



7.23.2007

El Mundial de fútbol y el baby-boom

Queridos amigos: me publicaron hoy la columna que, según mis cálculos, debía salir mañana en el diario.

La coloco ahora aquí y les agradezco sus comentarios en el mismo foro del diario.

Uno de los problemas más graves que sufren las “naciones industrializadas” es la llamada implosión demográfica. Que es, como se pueden imaginar, lo contrario a la explosión demográfica, tan temida hace tan sólo unas décadas, gracias, entre otras cosas, a la abundante propaganda tremendista del Club de Roma y a algunas organizaciones internacionales pagadas con los impuestos de los ciudadanos de todo el mundo, además de las cuantiosas contribuciones de los “países ricos”.

No se puede negar que estos maltusianos y neo-maltusianos tenían una intención muy buena: salvar a la humanidad, no dudo de su rectitud de intención; sin embargo, se equivocaron, tanto en sus pronósticos, como en la política que ellos aconsejaron y se ha implementado en el mundo entero conviertiéndose en una realidad deletérea para los pueblos que los han escuchado.

Así es, en los años '60 se temía que la población creciera y que lo hiciera desmesuradamente. Por el contrario, actualmente, en Europa desarrollada y no desarrollada, en Occidente y en Oriente, la población, no sólo no crece, sino que disminuye. Sí, en Europa y en los países industrializados (salvo Estados Unidos, gracias a la inmigración), no sólo hemos llegado al crecimiento cero, sino que estamos decreciendo, o, como también se denomina, implosionamos.

Esto trae consigo un sinnúmero de consecuencias económicas sumamente negativas. Surjen entonces interrogantes tales como: quién paga las pensiones y jubilaciones si el segmento activo disminuye progresivamente, qué hacer con las ciudades y las regiones despobladas o bien, cómo impedir que el crecimiento económico sea menor del que lograríamos si no disminuyera la población.

Durante decenios se pensó que, si la torta se repartía entre más personas, el trozo de cada invitado, sería mayor. Pero nos olvidamos que, para producir la torta, se requieren cocineros y que, mientras menos cocineros, menor será la torta. En otras palabras, el ser humano, no sólo consume (lo que ya en sí es bueno y no como piensan quienes sostienen que todo consumo es malo) sino que también produce.

Por tal razón, una noticia mínima, como la que dió a conocer la Oficina federal de estadísticas alemana, ocupó la primera página de los grandes diarios (pequeña, no es el titular del día, pero sí se ganó un lugar destacado en la portada) y ha merecido además comentarios editoriales.

La información oficial es bastante escueta: “En el primer trimestre del 2007: los nacimientos aumentaron mínimamente”.

El número de nacidos vivos en el primer trimestre del 2007, fue de 149.300 niños, que corresponde a un 0,4% más que el año anterior, en que se llegó a los 148.700. Advierten los encargados de las estadísticas que este es un aumento mínimo, de manera que no se puede cantar victoria. Para colmo de males, las cifras indican que 76.700 son varones y sólo 72.600, niñas.

La pregunta decisiva es ¿cómo se explica este aumento de un 0,4% de los nacimientos?

Recurrir al expediente de los inmigrantes es muy cómodo, pero probablemente no es la explicación más adecuada. Generalmente y de acuerdo a los estudios, al menos en un segundo momento, los inmigrantes, acomodan su comportamiento demográfico al del país receptor, en otras palabras, tienen tan pocos hijos como si fuesen alemes desde generaciones.

No, las explicaciones a las que se recurre dicen relación con fenómenos recientes y que han elevado la confianza en el futuro (y la autoestima) de la población: 1) el Mundial de fútbol; 2) el repunte económico, fruto de: a) las medidas de liberalización implementadas por el gobierno de los socialdemócratas y de los verdes, encabezado por Schröder, acusado por ello, de ser neoliberal; b) del efecto Merkel, que aumentó la confianza de la población -y de los inversionistas extranjeros- y c) la buena situación económica internacional (lo que es muy importante para Alemania como exportador número 1 del mundo) y 3) el dinero estatal para los padres.

Pienso que es muy pronto aún para medir los efectos de esta última medida gubernamental que empezó recién el 1° de enero de este año. Y menos aún para considerar los eventuales efectos de la promesa de las salas-cuna, inexistentes para menores de tres años en el occidente del país (en el Este, las hay en demasía, lo que no hay son niños). Me inclino a pensar que no son decisivas.

Más decisivo fue el Mundial y es la mejoría económica. El primero ya pasó; me pregunto cuánto durará la segunda.

En suma, de ninguna manera se puede hablar de un babyboom: es sólo una oscilación de un 0,4% que, como advierten los expertos, bien puede deberse a una casualidad... Habrá que seguir analizando las estadísticas.

La implosión demográfica, el consiguiente envejecimiento de la población y el posterior despoblamiento son fenómenos muy difíciles de detener... intentarlo resulta además muy caro. Alemania es, después de Luxemburgo, el país del mundo que más dinero da “por hijo” y miren como estamos, indudablemente no es un ejemplo a imitar...


La columna es:

El Mundial de fútbol y el baby-boom

7.14.2007

SAP vs Oracle


SAP vs Oracle del miércoles pasado, siento la demora. Bienvenidos todos los comentarios en el mismo diario.

6.18.2007

Merkel vs. Sarkozy - La autonomía del Banco Central



“El Banco Central Europeo debe continuar siendo independiente y no puede ser sometido a presión política”.

Palabras de la canciller Angela Merkel el miércoles pasado en una reunión con miembros de su partido. Quienes vivimos en Europa, no “necesariamente” tenemos que ser adivinos para saber a qué se refiere y a quién o a quiénes va dirigido el mensaje:

Al gobierno francés, a su partido (la Unión por un Movimiento Popular) y especialmente al nuevo presidente Nicolas Sarzozy.

El ex-presidente Jacques Chirac había ya intentado influir en la política monetaria del Banco Central Europeo, para apoyar sus opciones políticas dentro de Francia.

Hace unos días, explicaba el Nóbel de economía, Edmund Phelps, que hay ciertos convencimientos que se repiten entre los políticos y que simplementen no son verdaderos.

Menciona, entre ellos, el intento de combatir el desempleo con la inflación. Esto es, a mayor inflación, menor desempleo, de manera que sería preferible una mayor inflación para reducir las tasas de personas sin trabajo.

Para la economía europea, sería peligrosísimo que el Banco Central quedara sujeto a los vaivenes de la política y a la presión de los gobernantes de turno en los países más influyentes.

No, el Banco Central Europeo -al igual que todo banco central- debe ser garante de la estabilidad y del crecimiento, tal como fue el Banco Central alemán (admirado y emulado en tantos países del mundo).

En él se inspiró el constituyente chileno para darle rango constitucional y asegurar explícitamente su autonomía en la Carta Fundamental (arts. 108 y 109).

La única forma de garantizar la estabilidad económica -condición para el crecimiento- es respetar la autonomía e independencia de esta institución, como asimismo su “carácter técnico” que, en este caso, significa “no político”, o más precisamente no político-contingente.

En esta empresa destinada a intentar influir en el Banco Central, como señalé, Sarkozy sigue los pasos de Chirac quien -dicho sea de paso- accedió, a regañadientes a que el Banco estuviera ubicado en la ciudad alemana de Frankfurt (donde está también el Banco Central alemán); pero con la condición de que su jefe máximo fuese un funcionario francés, en este caso concreto, Jean-Claude Trichet.

La canciller alemana no puede ser más clara. Lamentablemente, sus palabras han trascendido apenas el ámbito de los medios económicos.

Supongo que la mayoría de la población tampoco tiene idea de lo larga y ardua que ha sido la lucha por lograr la autonomía e independencia del Banco Central, por controlar la inflación y garantizar el crecimiento económico, lo que ha significado asegurar el bienestar material y vencer la pobreza en Europa.

Nada podría hacer más daño que una política monetaria populista, fuertemente influida por los gobiernos nacionales.


Merkel vs. Sarkozy - La autonomía del Banco Central

5.14.2007

El Soldado de Bronce de Tallin



En la foto, en su ubicación final. La foto de es Jens-Olaf, del excelente blog Estland (en alemán, con muy buenas fotos, para los que no lean este idioma).

Otro blog muy bueno, por si quieren informarse de Estonia es Itching for Eestimaa



No, no es El Soldado de Plomo, el cuento de Hans Christian Andersen. No es un cuento danés del s. XVIII, sino más bien, un cuento post soviético del s. XXI.

Y por la crudeza de la realidad, más parece un cuento recopilado por los hermanos Grimm, pero en versión original, no en una de Disney.

El Soldado de bronce es un monumento a los militares del Ejército Rojo que lucharon y vencieron a la Alemania nazi en la II Guerra Mundial.

Estaba ubicado en el centro de Tallin, la capital de Estonia, una de las tres repúblicas del Báltico y ex-república socialista soviética.

Estonia restauró su anhelada independencia (gracias a que el último gobierno legítimo elegido en territorio estonio antes de la ocupación del Ejército Rojo, encabezado por el primer ministro August Rei, logró huir a Suecia, salvándose de una muerte segura en un campo de prisioneros, el estado estonio nunca dejó de existir) durante el proceso de desmembramiento del Imperio soviético, conducido por el recientemente fallecido presidente ruso y antecesor de Putin, Boris Yelsin.

En febrero pasado, el Parlemento estonio “resolvió que deberían ser retirados todas los monumentos que conmemoren o celebren a ejércitos que agredieron u ocuparon Estonia”. Se imaginan que hay sólo dos alternativas: los alemanes y los rusos, la Wehrmacht y el Ejército Rojo. Y todos pensaron en el Soldado de Tallin.

Las protestas rusas no se hicieron esperar. ¿Se acuerda alguien del retiro de las estatuas de Lenin y Stalin en la Rep. Democrática alemana? Rusia estaba, en aquel entonces, en medio de la perestroika y de la glasnost y nadie reclamó nada. Hoy, con Putin y los petrorrublos en el bolsillo, la situación es bastante distinta.

Acerca del destino de la estatua de bronce, no se acordó nada, de manera que bien podía haberse fundido y haber hecho del metal... arados, como pide el pacifismo...

A principios de mes -durante la noche ya que se temía la resistencia de la minoría rusa en Estonia- el monumento fue retirado por las autoridades legítimamente elegidas en un proceso democrático y que, en consecuencia, como señaló la canciller Merkel, pueden adoptar libremente sus decisiones.

Para los rusos, el monumento es un homenaje a los millones de militares rusos que inmolaro su vida en aras de dar la libertad a los pueblos del Este de Europa.

El problema es que para estonios, letonios y lituanos, el Ejército Rojo no significa solamente liberación; sino que, en el mejor de los casos, liberación de una tiranía para caer en otra.

La marcha de miles de soldados de bronce en territorio báltico, se tradujo en deportaciones en masa, asesinatos, en represión inmisericorde y, desde el punto de vista del derecho internacional, en ocupación de su territorio.

En suma, en el inicio de una nueva represión tan cruel como la anterior.

Además, Estonia mal podía mirar a la URSS como una potencia liberadora si pocos años antes, había firmado con la Alemania nazi, el Pacto Hitler-Stalin, de acuerdo al cual, Estonia, Letonia y Finlandia cayeron en la zona de hegemonía soviética; Lituania, por su parte, en la de influencia alemana.

El pacto entre las dos potencias fue un intento de revertir lo acordado en el Tratado de Versalles y de reconstruir los dos imperios, volviendo al estado anterior a la I Guerra.

Después de que la embajadora de Estonia en Moscú decidió -a instancias de Alemania- “irse de vacaciones” y los jóvenes rusos decidieron abandonar el sitio en torno a una representación diplomática de la Unión Europea en la capital rusa (!), la situación ha ido calmándose. Pese a que se ha iniciado una serie de medidas comerciales en contra de Estonia.

El gobierno estonio decidió (¿o lo habrá decidido antes?) trasladar el monumento incólume a un cementerio militar en la misma ciudad de Tallin. No en las afueras, como han informado errónemanente algunos medios occidentales, sino en la misma ciudad y en un lugar bastante central.

Y, en un gesto increíble, el 8 de mayo, día en que se celebra en Occidente (en la URSS se celebraba el 9 de mayo, costumbre que Rusia, Bielorrusia y alguna otra república continúa) la Victoria sobre Alemania, el primer ministro estonio, Andrus Ansip, el ministro de Defensa y el del Interior hicieron algo que ninguno de sus predecesores había hecho: acudieron al Monumento del Soldado soviético y le depositaron flores en memoria de los soldados del Ejército Rojo caídos durante la guerra. Pero no fueron solos, el cuerpo diplomático los acompañó, todos menos uno: el embajador ruso Nikolai Uspenski.


4.12.2007

El Oscar alemán : La Vida de los otros

El Oscar alemán : La Vida de los otros



Como ya no existe el link en el diario, copio el artículo aquí:

En 1980, la película alemana occidental “El Tambor de hojalata”, basada en la novela homónima del hoy confeso miembro de las Waffen SS, Günther Grass, obtuvo el Oscar a la mejor película en lengua extranjera.

27 años más tarde, otra cinta alemana ha obtenido el Oscar a la “mejor película extranjera”, como se la denomina comúnmente.

“La vida de los otros” no es producto de una parte del país, sino de toda Alemania: de la Alemania reunificada en 1990. La historia, eso sí, está ambientada, en Alemania oriental, en la otrora autodenominada República democrática alemana que poco y nada tenía de democrática.

Al igual que en “Good bye Lenin”, la aplicación práctica del materialismo dialéctico se nos revela como una gran mentira y todo el sistema político y cultural creado al amparo del marxismo, es desvelado como un mundo basado enteramente en la falsedad.

Como película, “La vida de los otros” no me gustó: es muy lenta, la mayor parte del tiempo carece de suspenso. Los diálogos podrían haber sido mejores. También la música. Además, la sobreactuación parece ser un problema típico del cine alemán.

Lamentablemente, una de las mejores escenas, no apareció en la versión final: aquella en que el dramaturgo Georg Dreyman conversa con el ex-ministro Bruno Hempf. Más bien en que el primero -incapaz de escribir después de la caída del bloque oriental- es interpelado por el ex-ministro y éste le cuenta que él, en “la nueva Alemania”, es un hombre de negocios -podríamos llamarlo un capitalista cualquiera- y explica que, se dedica a los negocios: “a los negocios con los rusos”, aclara.

Hempf cuenta además que su hijo es diputado del PDS (sucesor de la SED, el partido único de Alemania del Este) en el Bundestag. Una situación que no está lejos de la realidad.

En cuanto al capitán de la Stasi (policía de seguridad del estado) Gerd Wiesler, me parece que su metamorfosis -ese cambio radical que lo hace proteger a quien debía vigilar y sobre quién debía encontrar pruebas para ser castigado por el estado- no se explica satisfactoriamente.

Sólo podemos hacer especulaciones. ¿Estaba enamorado de la actriz Christa-Maria Sieland? ¿O era un convencido socialista, decepcionado por la promiscuidad del ministro, que se aprovechaba sexualmente de la mujer que él admiraba? Y, ¿en consecuencia, protege a Georg, el conviviente de Christa?

¿O tal vez Wieslar quería impedir los abusos sexuales de los días jueves, en que ella era la víctima del ministro? Excesos que Christa consentía para continuar siendo la actriz número uno del país comunista, en que todo el arte y toda la cultura estaban controladas por el estado...

Georg no le puede pedir fidelidad a ella, fidelidad es una palabra que no existe en su vocabulario. Le pide que no vaya a su encuentro con el ministro, pero ella le contesta “tú tambien te acuestas con el sistema”. ¿Será el arte comprometido políticamente siempre una prostitución?

Wiesler no es Adam Zielinski, en “Karol, un uomo diventato Papa”. No mejora realmente, no es ni parcialmente rebelde, como el subteniente de la Stasi Axel Stigler, destinado a revisar la correspondencia, por el resto de sus días, sólo por haber contado un chiste sobre Honecker.

Si el socialismo real no se hubiera desplomado, Wieslar habría seguido trabajando para el estado. Habría continuado controlando a “los otros”: abriendo su correspondencia y revisando su contenido (la Stasi controlaba un promedio de 600 cartas por hora) y denunciando a los vecinos a quienes vigilaba cada noche desde su amplio departamento (que correspondía a un privilegiado del régimen).

Una de las críticas a la película -proveniente de historiadores y de quienes administran los expedientes de la Stasi- es que, entre los oficiales de la policía estatal no hubo ninguna transformación a lo Wieslar. Nunca un colaborador de la Stasi protegió, ocultó o ayudó a las personas a las que debía vigilar o inculpar.

Al final de la película, Georg Dreyman vuelve a escribir, logra hacerlo después de conocer la verdad: él fue traicionado vilmente por aquellos a quienes servía, en concreto, por el ministro Hempf, quien codiciaba a la actriz que él amaba (elemento algo telenovélico).

Titula su primera obra en la Alemania unificada “La Sonata del hombre bueno”, el último regalo del director de teatro Albert Jerska, el amigo que se suicidó después de ocho largos años en que el estado le prohibió trabajar.

Georg dedica el libro a quien considera su “salvador”, al capitán Wieslar o HGW XX/7, sin conocerlo (sólo lo observa una vez furtivamente por la calle, en lo que es la antitesis del espionaje y la denuncia). Me pregunto si Wieslar puede ser considerado verdaderamente un hombre bueno. Me inclino a pensar que no.


3.07.2007

Lennart Meri : El comunismo ha muerto, pero nadie ha visto su cadáver



Gracias al blog Estland, por la foto (Wir haben einen großen Europäer verloren - Lennart Meri)

El comunismo ha muerto, pero nadie ha visto su cadáver

Mi columna de esta quincena en el diario. Se agradecen los comentarios.

Para entender mejor la columna (información extra para los lectores de este blog): No dejen de leer -con más calma- el discurso de Lennart Meri en Suecia, al que me refiero en la columna.

Lo que cuenta Ross Mayfield es también digno de leerse.

En el ámbito de habla alemana, recomiendo este artículo del blog Estland Wir haben einen großen Europäer verloren - Lennart Meri, aunque no sepan alemán, vale la pena ver las fotos, sobre todo la primera... que es muy divertida y su autor explica que Meri era conocido por su buen humor y por ser un bromista (traducción muy libre del alemán).

El discurso de Carl Bildt en el funeral de Meri (no se preocupen, está en inglés) Aitäh, Lennart! Ja huvasti.

La frase es de Lennart Meri, fallecido hace un año, el 14 de marzo de 2006, en Tallin. Presidente de Estonia entre 1992 al 2001. Fue pronunciada en una conferencia de prensa, en Alemania, en 1990.

Como muchos otros estonios, letonios y lituanos, Meri fue deportado a Siberia, en 1941, en trenes- cárcel (vagones con barrotes, como esos en que se traslada a los animales) con su mamá y su hermano.

En una de sus célebres conferencias, que tuvo lugar en Suecia en 1999, hacía ver que “el comunismo es difícil de definir, pero fácil de describir”.

En esa ocasión, Meri explicaba que en aquellos vagones que trasladaban a los deportados del Báltico a los campos de concentración de Siberia y Asia Central, estaba prohibido cantar. Ello se debía -continúa- a que los militares polacos asesinados en Katyn, entonaban cantos cristianos en los vagones que los conducían a la muerte, lo que desmoralizaba a los soldados soviéticos que estuvieron cerca de no cumplir su misión... y atemorizaba a los comunistas. Para que no volviera a ocurrir lo que los católicos polacos habían estado a punto de lograr, las autoridades ateas prohibieron el canto a los luteranos estonios...

Al partir, su papá Georg Meri -diplomático estonio y traductor de Shakespeare- le dijo “cuida a tu mamá y tu hermano, ahora eres el hombre de la casa”, tenía doce años. Fue la última vez que lo vió.

Sí, él y su familia fueron víctima de una de dos ideologías más deletéreas del s. XX. En efecto, Meri explica que los dos estados totalitarios tenían diferentes uniformes, pero sus soldados eran gemelos. No hay mayor diferencia entre el “ser infrahumano” del nacional socialismo y la “nación hostil” (vrazhdebnaya natsiya) del comunismo, entre una represión y la otra. Entre el Führer y el Vozhd, continúa.

Al igual que tantos intelectuales del “otro lado de la cortina de hierro”, Meri comprendió que si su nación quería sobrevivir al totalitarismo, su única oportunidad estaba en la cultura, la palabra escrita y hablada. Así, Meri se convirió en un gran estudioso de la lengua fino-úgrica (también llamada fino-húngara). Él, como otros, no recurrió a las armas; pero en el fondo “la palabra” fue un arma infinitamente más eficaz y más temida que las kalashnikov soviéticas.

Meri fue un patriota estonio, pero no un nacionalista. Además de su propio idioma, hablaba fluidamente otros cinco. Uno de sus alumnos -o debería decir discípulos- el joven politólogo norteamericano Ross Mayfield cuenta que él conoció Chichén Itzá (en la península de Yucatán) gracias a Meri.

Meri -continúa Mayfield- fue uno de los pocos políticos europeos que han sido capaces de mirar más allá de sus propias fronteras nacionales... al margen -digo yo- de toda la locuacidad que exhibe la Unión Europea.

En uno de los períodos más crítico de la historia reciente, cuando estuvimos a punto de presenciar un enfrentamiento armado al Norte de Europa, en 1991, en la antesala de la autodisolución del imperio soviético, Lennart Meri era ministro de relaciones exteriores de la Rep. Socialista soviética de Estonia, país que se había atrevido a declarar su independencia. Se temía que Moscú reaccionara como en 1956 en Hungría y en 1963 en Praga, esto es, con la fuerza de las armas... y de los tanques.

No deja de ser significativo -a la luz de la prohibición de cantar en los vagones-cárcel- que el movimiento que condujo a la independencia estonia se conozca como la revolución cantando (Singing Revolution), precisamente porque el arma estonia era la palabra, la palabra cantada.

Gorbachov advirtió que no se puede detener el curso de la historia (sobre todo si está basada en un acuerdo internacional como el espúreo pacto Hitler-Stalin) y, en contra de la opinión de muchos de sus correligionarios, reconoció la independencia de Estonia y con ello, inició el proceso de desmembración de la URSS, del cual muchos aún no han podido recuperarse, como lo puso de manifiesto el reciente discurso de Wladimir Putin en la 43 Conferencia de Seguridad en München.

Inmediatamente después de la independencia, Lennart Meri, escritor, productor de películas y dramaturgo -al que no le fue permitido dedicarse al estudio de la historia, pues se le consideraba peligroso para la estabilidad política- fue elegido presidente de su país.

La frase de Meri, que sirve de título a esta columna, tiene un significado especial para nosotros en el mundo occidental. Karol Wojtyla (otro sobreviviente de los dos grandes totalitarismos del siglo pasado) escribe en su libro “Memoria e Identidad”, citando a un político occidental: “sabemos que el comunismo cayó al fin a causa de la insuficiencia socioeconómica de su sistema. Pero esto no significa que haya sido desechado realmente como ideología y como filosofía. En ciertos círculos de Occidente se continúa considerando su ocaso como un perjuicio y se lamenta su pérdida”.


2.20.2007

Ernst Leitz el otro Schindler

Ernst Leitz el otro Schindler

Como el texto ya no está en el diario, lo copio a continuación:

“Con riesgo considerable y en oposición a la política nazi, Ernst Leitz adoptó valientes medidas para trasladar a sus empleados judíos y a otras” personas fuera de Alemania. Son palabras de Abraham Foxman, de la Liga Antidifamación, al entregar a la nieta de Leitz la distinción Courage to Care Award a comienzos de mes.

Entre 1933 y 1943, Ernst Leitz hijo envío a aproximadamente 41 judíos alemanes (con sus familias, llegan a más de cien) a “trabajar” las dependencias de la firma Leica en Francia, Gran Bretaña, Hong Kong y los Estados Unidos.

Hasta ahora, nada se conocía públicamente acerca de la actuación de Ernst Leitz, durante el período nacional socialista. De acuerdo al lema de la familia Leitz, “haz el bien, pero no cuentes nada”, ni Ernst, ni sus hijos, quisieron hablar de ello, actitud muy de acuerdo con la mentalidad alemana de la época.

Gracias a la tenacidad, fundamentalmente de Frank Abraham Smith, rabino norteamericano en Inglaterra, y a la información que recogió el periodista y fotógrafo Norman Lipton, hoy conocemos algo de la valiente actuación de este empresario alemán, propietario de una de las firmas más prestigiosas del mundo en el campo de la óptica.

Hijo de Ernst Leitz padre, fundador de la Leica en la ciudad alemana de Wetzlar en 1869. La preocupación por sus trabajadores fue una constante durante la administración Leitz padre, quien era un brillante empresario con un gran sentido social. En 1885, estableció en la empresa un seguro médico. En 1899, una jubilación para sus trabajadores y un fondo que permitía a sus empleados, construir viviendas. Ya en aquel entonces, la Leica había introducido la jornada de ocho horas.

Leitz hijo asumió la dirección de la empresa en 1920. Miembro del Deutsche Demokratische Partei, partido de orientación liberal, bastante importante durante la República de Weimar. Si hay una colectividad alemana que se enfrentó a los nacional socialistas, fue ésta.

En el directorio del partido, conoció al comerciante Nathan Rosenthal. Pocos días después de la llamada Machtergreifung (1933), Rosenthal relató a Leitz las penurias de su hijo Paul en el colegio, como blanco de la persecusión antisemita... Sin pensarlo dos veces, Ernst Leitz lo contrató como aprendiz en su firma. En 1936, posibilitó que emigrara a los Estados Unidos, como empleado de la dependencia de Leica en Nueva York.

Asimismo, las autoridades nacional socialistas prohibieron a Nathan Rosenthal ejercer su profesión. Leitz arrendó las dependencias de la firma de Rosenthal, para que él y su familia tivieran algunos ingresos, y más tarde, los ayudó a emigrar.

Dieter Türk, uno de los directores de la Leica, escribió una carta de recomendación en beneficio de un comerciante judío pronto a abandonar el país. Ésta cayó en manos de la Gestapo (Geheime Staatspolizei, la policía estatal secreta) y las autoridades quitaron a Türk el permiso de trabajo, lo que significaría la pobreza para él y su familia. Leitz, sin embargo, dispuso que se continuara pagando su sueldo, lo que ocurrió durante el resto del periodo nazi.

En aquel entonces, la Leica, como otras empresas alemanas, recibió trabajadores forzados, que procedían generalmente de países eslavos, a quienes los nazis consideraban como infrahumanos. Los Leitz recibieron ucranianos. La hija de Ernst, Elsie se preocupó de ellos y de que no les faltara nada material, en la medida de lo posible en un país en guerra.

Esta circunstancia, unida a sus intentos (sin éxito) de ayudar a una amiga de origen judío a emigrar a Suiza, le costó cuatro meses de cárcel y probablemente, habría seguido en prisión durante el resto de la guerra, si no hubiese sido porque Ernst hizo lo imposible para que la dejaran en libertad.

Después de la II Guerra, Ernst Leitz supo que los nacional socialistas no se habían atrevido a estatizar su empresa, debido a que sus exportaciones significaban importantes divisas para el país y también a que temían que los trabajadores de la firma defenderían a Leitz por todos los medios. No obstante, habían planeado su expropiación luego de la “victoria final”.

Curiosamente, el acta de las autoridades de la postguerra, en que se comprueba que Leitz no había sido un nazi (en el año 42 tuvo que ingresar al Partido obrero nacional socialista), se perdió. En ella, se documentaban algunas de sus actuaciones que calificaría de heroicas.

Sin embargo, se supone fundadamente que muchos de quienes lo conocieron estaban al tanto de todo lo ocurrido, como insinúa otro liberal, el entonces presidente federal Theodor Heuss, en 1951, en el discurso que pronunció con motivo del cumpleaños número 80 de Ernst Leitz. Heuss hace ver que Leitz “había tomado sobre sí las cargas que se colocaron sobre otros”.

Su vida nos demuestra que, dentro de la sociedad más injusta y en las condiciones más adversas, se prueban los hombres y mujeres libres.


1.25.2007

Corrupción: riqueza y pobreza


Corrupción: riqueza y pobreza mi artículo de hoy, comentarios en el mismo diario, please.

El artículo de Lambsdorff está, en HTML y también en pdf

Lamentablemens hay sólo una foto suya, esta:

12.26.2006

La muerte del dictador

Saparmurat Niazov nació en 1940 en Aşgabat, ciudad situada en un oasis del desierto de Kara Kum al pie de las montañas de Kopet Dag. Su padre cayó combatiendo al nacionalsocialismo durante la II Guerra y su mamá murió en un terremoto que asoló Turcmenistán en 1948.

Estudió ingeniería en Rusia, en Lenigrado, que hoy ha vuelto a llamarse San Petersburgo. Entonces, ingresó al Partido Comunista, condición indispensable para subir en la sociedad.

En 1985 alcanzó la cúspide de su carrera política, convirtiéndose en el jefe supremo de una república socialista soviética. Saparmurat Atayévich Niyazov -como se llama ahora, después de haber adoptado el alfabeto latino turcomano- era ya premier de su país durante la época soviética.

En 1991, apoyó el golpe de estado en contra de Gorbachov, cuyo objeto era hacer retroceder el reloj de la historia y dejar sin efecto las reformas impulsadas desde el mismísimo Kremlin. O sea, fue uno de quienes se opuso por la fuerza de las armas a la glasnost y a la perestroika.

El fracaso del putsch aceleró el proceso de desmembración de la URSS y condujo a la independencia de Turcmenistán. Lo que no se tradujo en su democratización, como ocurrió en otros estados: en el Báltico o en Ucrania.

El 28 de diciembre de 1999 fue elegido dictador vitalicio y presidente del Consejo de Estado, formado por ministros, parlamentarios y jueces; de división de poderes, nada. Se autodenominó Turcmenbashi o Padre de todos los turcmenos.

Niyazov dejó el poder el 21 de diciembre pasado, en que el inmortal... murió.

No dejó reglas de sucesión. Como no permitió el surgimiento de líderes a su lado, ni tampoco de una élite que pudiese hacerse cargo del país después de su muerte -la figura de Niyazov era demasiado grande, fuerte y poderosa para tolerarlo- su país se enfrenta a un grave problema de acefalía.

Es probable que lo suceda su hijo Murat (39 años). ¡Viva la monarquía hereditaria!

De no ser así, Turcmenistán podría verse sumido en el caos y Rusia podría intervenir. Es posible que los diferentes clanes intenten hacerse del poder. La lucha por lograrlo desestabilizaría a Asia Central. Escenario muy peligroso, no sólo porque peligraría el abastecimiento de energía a Europa, sino también porque Turcmenistán limita con Irán.

Es el quinto país del mundo en reservas de gas. Cuenta también con petróleo en abundancia. Vive de ello y de la producción de algodón. Sin embargo, se calcula que un 58% de su los cinco millones de turcmenos sobrevive en la pobreza.

Gazprom compra a Turcmenistán anualmente cien mil millones de metros cúbicos de gas que luego vende a Europa occidental. Uno de los escenarios posibles es que el sucesor del Turcmenbashi -quien quiera que sea- decida rescindir el contrato con la empresa rusa y cerrar convenios directamente con la Unión Europea.

Con el precio de la energía en el mercado internacional, no es raro que Niyazov haya convertido Aşgabat en una ciudad de lujosos edificios, rodeada de pobreza. La construcción está a cargo de consorcios occidentales.

El Turcmenbashi escribió la Ruhnama o Libro del espíritu, una suerte de autobiografía, ficción histórica y guía espiritual, texto escolar obligatorio. La DaimlerChrysler pagó su traducción al alemán. Niyazov cambió el nombre al sábado por el de Ruh Gun, esto es el día en que se lee la Ruhnama.

También rebautizó los meses: enero se llama Turcmenbashi. Abril, Gurbansoltaneje, en honor a su mamá (entre las muchas estatuas suyas, hay una en que su mamá lo está amamantando). Septiembre se llama Ruhnama, dedicado a su libro.

Turcmenistán tiene un 40% de población menor de catorce años. Inimaginable para Europa. Si las fronteras turcmenas se abrieran, sería una fuente inagotable de inmigrantes.

En Turcmenistán, todos los periódicos, al igual que las emisoras, son estatales. La prensa extranjera está prohibida, incluso la prensa rusa. La radio rusa Mayak fue clausurada. La única radio no controlada por el estado, Liberty's Turkmen, sólo se puede escuchar a través de la onda corta. Como se pueden imaginar, hacerlo está prohibido.

El control de la información es tan ridículo que, en mayo del 2004, se prohibió a los médicos diagnosticar enfermedades infecciosas. Un mes después, se desató una epidemia, que fue declarada secreto de estado. Es muy probable que hayan sucedido muchos otros episodios similares, de los que el resto del mundo no tiene idea.

Otra de las medidas de Saparmurat Atayévich fue reducir los años de escolaridad, de 11 a nueve. Y los de universidad, de cinco a dos.

La represión es inmisericorde. En el país, no opera ninguna organización de derechos humanos, ni ninguna ONG. La limpieza racial se ensañó con los miembros de etnias minoritarias, incluyendo a los rusos. En el país viven un 85% de turcmenos y el resto, fundamentalmente rusos y usbecos.

El culto a la personalidad del Padre de los turcmenos caracterizó todo su período. En cada ciudad del país hay estatuas suyas. En la capital, hay una estatua dorada, que tiene un mecanismo para que la faz del caudillo mire siempre hacia el sol. Una ciudad en el Mar Caspio lleva su nombre, al igual que un meteorito.

Sin embargo, Turcmenistán está plenamente incorporado a la comunidad internacional. Es miembro de la ONU, de la CIS (que reúne a la mayor parte de las ex-repúblicas socialistas soviéticas) y de la muy importante OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development).




Este video es más bien propagandístico, lo que no significa que no sea bastante impresionante y les recomiendo verlo.

Un video realmente muy bonito aparece en La muerte de Saparmurat Niazov o Saparmurat Atayévich Niyazov o del Turcmenbashi

Una versión más larga de este artículo en Planisferio La muerte de Saparmurat Niazov o Saparmurat Atayévich Niyazov o del Turcmenbashi

11.28.2006

Lo que le espera a Benedicto 16 en Turquía


La visita del Papa a Turquía tiene una dimensión teológica y otra política. Dentro de la primera, distinguimos claramente dos planos: el del movimiento ecuménico católico-ortodoxo (objetivo principal del viaje) y el del diálogo cristiano-musulmán.

El Papa será huésped del Presidente de Turquía Ahmet Necdet Sezer. El jefe del gobierno, RecepTayyip Erdoğan se encuentra, esta semana, en la cumbre de la OTAN en Riga, de gran importancia, debido a la difícil situación de seguridad en Eurasia y a la función clave que corresponde al país del Bósporo, como puente entre Europa y Asia. Recordemos que Turquía es miembro de la OTAN (creada en 1949) desde 1952.

Turquía limita -entre otros- con Irán, Irak, Siria y Georgia, en otras palabras, está ubicada en una zona conflictiva. En una de sus fronteras, enfrenta el difícil tema de la minoría kurda, problema en cuyo origen el estado laicista y hegemónico de Mustafa Kemal Atatürk no está libre de culpa.

A propósito, Benedicto visitará el mausoleo de Atatürk -llamado el padre de los turcos- apenas llegar a Ankara, lo que no deja de ser significativo.

No se puede sostener sin más que Erdoğan viaja a Riga sólo para no ver al Papa, como señalan algunos medios occidentales. No obstante, una dosis no pequeña de cálculo político puede haberlo llevado a no cancelar su viaje. Aunque hoy lunes, se anució que el premier turco sí tendrá tiempo para saludar al Santo Padre, el martes, en el aeropuerto.

En lo tocante a la relación con los ortodoxos (el Papa se entrevistará con el patriarca ecuménico de Constantinopla), en 1976, el cardenal Ratzinger, en una ya célebre conferencia en la ciudad de Graz, propuso:

“Volver la mirada hacia el primer milenio, cuando los cuatro grandes patriarcados de Oriente (Jerusalén, Antioquía, Alejandría y Constantinopla) vivían unidos a la Sede romana, sin negar sus propios ritos, tradiciones y costumbres: ‘Lo que fue posible en la Iglesia durante mil años, no puede ser imposible hoy. Roma no puede demandar a Oriente más reconocimiento de la doctrina del primado que el conocido y practicado en el primer milenio’.” Se le llamó la proposición Ratzinger y fue muy bien acogida en el ambiente ecuménico. “El primer milenio, los cristianos estaban unidos –afirma el teólogo ortodoxo Dionysios Mantalos-. El segundo, divididos. El tercero no puede encontrarnos separados”. [1]

El diálogo con los musulmanes -que, en principio, no era el motivo principal del viaje- resulta algo más difícil, sobre todo después del episodio de Regensburg.

Muchos pensaron que, luego de lo ocurrido, el mismo Benedicto suspendería su viaje. Afortunadamente, no fue así. Incluso el domingo en la tarde se anunció que el Papa visitará la mezquita azul, uno de los edificios más hermosos de Constantinopla y un símbolo para los musulmanes.

En lo referente a la dimensión política, es de público conocimiento que el cardenal Ratzinger no era partidario del ingreso de Turquía a la Unión Europea. Hace algunos días, el Vaticano emitió un comunicado: en que explicaba que Joseph Ratzinger, como ciudadano de un país miembro de la UE, era contrario al ingreso de Turquía. Sin embargo, como cabeza de un estado que no forma parte de la UE, se abstiene de opinar al respecto. Asimismo, el texto dejó en claro que todos los cristianos tenemos libertad para estar o no de acuerdo con la entrada de Turquía a la Unión.

Durante esta semana, en que toda Europa y gran parte del mundo dirige su mirada al Bósporo, si ocurriera algún hecho lamentable (disturbios, suspensión de una etapa del viaje), la imagen que Turquía quiere proyectar como una nación moderna, pluralista y democrática, se vería deteriorada de tal forma que ello sería un obstáculo insuperable para el eventual ingreso al club europeo. Por consiguente, los mismos turcos tienen gran interés en que todo salga bien.

Las manifestaciones en contra del Santo Padre -convocadas por grupos extremos- no han sido numerosas. Son una especie de válvula de escape que el gobierno permite previamente a la visita, para extremar la seguridad durante la misma.

Durante su visita a Turquía, la canciller Merkel habló de la necesidad de un diálogo constructivo entre las culturas y entre las religiones. Es más importante conversar con los otros que sobre los otros. Tenemos que tomarnos el tiempo para escucharnos y conocernos.

Su cuarto viaje internacional, conduce a Benedicto a Ankara, Izmir (Éfesos) e Istanbul (Constantinopla), esta última, en palabras de la canciller, una ciudad entre Europa y Asia. Tanto a la Sra. Merkel, como a Benedicto, les gusta tender puentes. Y saben hacerlo.

[1] Jutta Burggraf, Conocerse y comprenderse. Una introducción al ecumenismo.


10.25.2006

La Presidenta Bachelet y la globalización


La semana pasada, la Presidenta Michelle Bachelet, realizó una visita de tres días a Alemania.

En Bitterfeld, una de las ciudades más contaminadas de la antigua República democrática alemana, la Presidenta inauguró las nuevas instalaciones de Chemiemetall, empresa alemana que pertenece a la chilena -pero global- Molymet.

La nueva planta, con modernos hornos y tecnología de punta, reemplazó por completo a la antigua, que pertenecía al “combinado” químico (en la RDA, las empresas se denominaban Kombinat) de la época del socialismo real, cuyas instalaciones eran aptas -en el mejor de los casos- para un museo y uno del horror, porque los trabajadores carecían de la más mínima protección, muy lejos de los standards a los que estábamos -ya hace 15 años y mucho más- acostumbrados en el occidente de Europa.

Tuve la suerte de asistir a la inauguración y de disfrutar el discurso de la Sra. Bachelet, que no dejó de impresionarnos pues, como alemanes, estamos acostumbrados a escuchar que la globalización sólo es buena para los países ricos y mala para los pobres, que están en su contra.

No es que quiera insinuar que Chile es un país pobre. Pero no se cuenta dentro del primer mundo, ni tampoco del segundo. Aunque, sin lugar a dudas, me parece que casi ha llegado a integrar la clase media mundial o está cercano a ello. No obstante, aquí en Europa continuamos considerando a toda Hispanoamérica como pobre.

El desafío del Chile de hoy -y de muchos otros países como el nuestro-, es aprovechar al máximo las oportunidades que presenta el mundo moderno. Como gobierno tenemos muy claro que esto lo haremos en conjunto el sector público y privado. Porque son nuestras empresas, son nuestros emprendedores quienes deben salir al mundo, invertir, vender productos...

Increíble, no lo habría esperado ni siquiera de la Democracia Cristiana alemana, que -a diferencia de la chilena- es un partido que se ubica entre la centroderecha y la derecha.

Un amigo alemán me comentaba que las palabras de la Presidenta corresponderían más a un miembro del Partido Liberal alemán (el domingo 22 en el barómetro político, las preferencias por los liberales alcanzaban a un escaso 10%).

Esto me hace pensar en lo mucho que discutimos en el foro de Zona de opinión acerca del artículo de Carol Bown ¿Quién es de Derecha?

La globalización para Chile es una gran oportunidad. Tenemos que dotarla de instrumentos jurídicos que puedan gobernarla y transformarla en una gran palanca de progreso. De ahí nuestro énfasis en un orden internacional fundado en el derecho, el multilateralismo y un comercio sin barreras, que permita la circulación de bienes y servicios bajo instituciones y marcos jurídicos apropiados (...).

En efecto, la globalización es un instrumento que hace posible el progreso económico de los pueblos. Aunque no hay que dejar de lado su dimensión cultural que igualmente contribuye al avance social de todos, tanto o más que el aspecto económico. En efecto, países como el nuestro, con firmes valores y virtudes bien arraigadas en grandes sectores de la población tiene una gran responsabilidad frente al mundo. Para qué les cuento lo bien impresionados que quedaron los invitados alemanes (empresa privada, gobierno y prensa) del buen ambiente (alegre, cordial, optimista y muy profesional) que respiraban en Chemiemetall. Me dijeron que les gustaría que hubiese una inauguración de alguna empresa chilena todos los meses.

Chile posee hoy una ventajosa posición en el mundo, producto de una amplia red de acuerdos comerciales que hemos firmado con los más importantes mercados a nivel mundial, como son la Unión Europea, Estados Unidos y China, entre otros. Todos estos acuerdos se potencian entre sí, crean comercio y estimulan las inversiones en el país (...)

Por eso es que Molymet se constituye en un verdadero ejemplo para todas las empresas chilenas y da muestras del éxito en la inserción de Chile en la economía. Todo ello habla muy bien de nuestros empresarios, de nuestros profesionales y técnicos y de nuestros trabajadores.

El ministro de hacienda de Sachsen-Anhalt- donde está ubicada Chemiemetall- el socialdemócrata Jens Bullerjahn, quien también nos deleitó con un muy buen discurso durante la inauguración en Bitterfeld, extendió una invitación a otras empresas chilenas para invertir en este Bundesland. Las inversiones chilenas cuentan con todo el apoyo tanto del gobierno del Sachsen-Anhalt, como del gobierno federal alemán. Y ¡son bienvenidos! ¿Qué esperan para venir?

9.26.2006

Benedicto 16 y los musulmanes



El domingo, José Manuel Barroso, el Presidente de la Comisión Europea y, con ello, el rostro de Europa, se quejaba, ante un diario dominical conservador alemán -donde una crítica así cae muy bien- de la falta de apoyo recibida por el Santo Padre durante la crisis que siguió a su clase magistral en la Univ. de Regensburg.

Pienso que la queja es extemporánea. ¿Por qué no fue el mismo Barroso el defensor del Papa? Las declaraciones aparecieron exactamente un día antes del encuentro de Benedicto con los diplomáticos y otros dirigentes musulmanes -que se sabía que sería un éxito-. De manera que nos queda la duda acerca de su sinceridad o de si fue, simplemente, un intento de subir al carro de los vencedores. Sólo me queda muy claro que a Benedicto no le importó la falta de apoyo y salió de este terrible aprieto solo y muy bien.

¿A quién le sirve todo este lío provocado por la difusión mal intencionada y sacada de contexto de la cita de Benedicto 16 de un emperador bizantino? ¿Quién puede sacar provecho de la confrontación entre el Occidente (Europa y los Estados Unidos) y el mundo islámico? Utilizar al Papa, la Iglesia, la religión para su propios fines políticos es una pésima costumbre muy antigua y que no está ausente en la política actual.

Pero veamos qué fue exactamente lo que dijo Benedicto. En el aula magna de la Universidad de la cual él fue docente, explica que “En el conjunto de la universidad era una convicción indiscutida el hecho de que incluso frente a un escepticismo así de radical (de un profesor de teología que había dicho que Dios no existía) seguía siendo necesario y razonable interrogarse sobre Dios por medio de la razón y en el contexto de la tradición de la fe cristiana”. En otras palabras, los universitarios se “interrogan sobre la racionalidad de la fe”, “por cuya correlación con la razón común se esfuerzan los teólogos”. En fin, el prof. Ratzinger quería mostrar que “la razón y la fe avanzan juntas”, como se tituló su discurso.

Y continúa “Me acordé de todo esto cuando recientemente leí la parte editada por el profesor Theodore Khoury (Münster) del diálogo que el docto emperador bizantino Manuel II Paleólogo, tal vez durante el invierno del 1391 en Ankara, mantuvo con un persa culto sobre el cristianismo y el islam, y la verdad de ambos”. ¡Un diálogo interreligioso en el siglo 14! Parece que el diálogo no es un invento del s. 20.

El Mismo Khoury dice que este diálogo tuvo lugar en el campamento de los musulmanes, lo que significa que ¡el emperador cristiano visitaba, en el s. 14, a sus pares musulmanes!

Khoury (un hombre muy afable) es de origen libanés, profesor de teología católica en la Universidad de Münster, especialista en Islam y en el diálogo interreligioso. Su traducción del Corán al alemán fue autorizada por el Congreso Mundial islámico. Una persona que ha dedicado su vida al entendimiento entre las grandes religiones. Y nada de sospechoso para los musulmanes.

Continúa el Papa “Fue probablemente el mismo emperador quien anotó, durante el asedio de Constantinopla entre 1394 y 1402, este diálogo”. “Quisiera tocar en esta conferencia un solo argumento -más que nada marginal en la estructura del diálogo- que, en el contexto del tema «fe y razón» me ha fascinado y que servirá como punto de partida para mis reflexiones sobre este tema”.

“En el séptimo coloquio (controversia) editado por el prof. Khoury, el emperador toca el tema de la «yihad» (guerra santa). Seguramente el emperador sabía que en la sura 2, 256 está escrito: «Ninguna constricción en las cosas de la fe»”. Benedicto cita al Emperador Manuel II Paleólogo que, a su vez, cita una sura del Corán, libro sagrado que él debe haber conocido a la perfección. Al igual que Khoury -un teólogo católico- el principal jefe político bizantino, conocía el Corán. ¿Conocerán nuestros políticos actuales siquiera la Biblia? ¿Sobre todo aquellos que se consideran defensores de Occidente? ¿De qué occidente?

Cito nuevamente a Benedicto, esta vez en la misa en München, un par de días antes. “La tolerancia que necesitamos urgentemente incluye el temor de Dios - respeto hacia lo que sagrado para otros. Este respeto hacia lo que otros consideran sagrado, nos demanda aprender una vez más el temor de Dios. Este sentido del respeto puede renacer en el mundo occidental solamente si renace la fe en Dios, si Dios se hace una vez más presente para nosotros y en nosotros”.

Volviendo a Regensburg, el prof. Ratzinger prosigue en su razonamiento, se refiere nuevamente al diálogo entre el emperador y el erudito persa: “...de manera sorprendentemente brusca (Manuel) se dirige a su interlocutor simplemente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia, en general, diciendo: «Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba»” ¡Es una cita textual del emperador! ¡Palabras de Manuel al erudito musulmán en territorio persa! Este fue, sin duda, un diálogo muy abierto y sincero. Como dijo Benedicto 16, él no hace suya las palabras imperiales. Aclaración que calmó hasta a los Hermanos del Islam y al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, la semana pasada.

El Papa prosigue: “El emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios (...). Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…»”.

Creo que estas palabras de Manuel II Paleólogo, sí las podemos hacer nuestras, sabiendo que lamentablemente aún hay muchos piensan que pueden utilizar la religión para su provecho, lo que equivale a violentar las conciencias, ya sea en política internacional, o en la política interna.

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La foto es de un café árabe de Regensburg, que quiso saludar a Benedicto con estas banderitas.

El texto completo (comentado por mí) de la clase magistral en la Univ. de Regensburg está en Benedicto en la Universidad de Regensburg - La razón y la fe avanzan juntas

8.22.2006

Günter Grass en las SS

Todo empezó el 11 de agosto, ese día apareció en el Frankfurter Allgemeine Zeitung (periódico eminentemente conservador) una entrevista al escritor alemán y premio Nóbel de literatura (1999) Günter Grass.

En aquella ocasión, quien fuera toda su vida posterior... posterior a su vida anterior (por favor, siga leyendo) simpatizante socialista, confesó algo que muchos no esperaban: había sido miembro de las Waffen-SS, no simplemente de la SS, sino de las Waffen-SS organización de elite, donde sólo se ingresaba voluntariamente (al menos hasta el ‘44) y sólo se podía ingresar si se había demostrado ser un convencido del nacional socialismo y un incondicional de la persona misma del Führer.

Con 15 años -cuenta en la entrevista- se enroló voluntaria y gustosamente en el movimiento de los Hitlerjugend, los jóvenes de Hitler, con el objeto de entrar a la Marina, en el arma de submarinos. Finalmente, terminó en la división Frundsberg, de la Waffen SS, a la que ingresara a los 17 años.

La SS no formaba parte del ejército, sino que era una organización paralela, que dependía directamente del Führer. Un grupo altamente politizado, nacido como brazo armado del partido obrero nacional socialista.

Los miembros de la SS eran los soldados del partido y la Waffen-SS, su tropa de élite. La SS, en general y la Waffen SS en particular, estuvo involucrada en múltiples crímenes de guerra. Además, la SS se encargaba de la administración de los campos de concentración, de perseguir a los enemigos políticos y a los judíos y otras minorías.

Tal vez esto explique por qué Grass es actualmente patrocinador oficial de la asociación de homosexuales y de lesbianas alemanes, que eran una de las minorías que acabó en los campos de exterminio o en las clínicas para experimentos humanos.

Pero volviendo a la persona de Grass, su nuevo libro se llama “Beim Häuten der Zwiebel”, esto es, “Pelando la cebolla”. La cebolla es él mismo, a la vez, es su vida y su obra literaria que tiene varias capas, que él va despejando una a una trabajosamente. Ya lleva cerca de 150 mil ejemplares (24 euros c/u) vendidos y la segunda edición se encuentra a punto de salir.

No faltan quienes piensan que estamos frente a una maquinaria publicitaria formidable cuyo objeto es vender el libro. Charlotte Knobloch, presidenta del Comité central de los judíos en Alemania y sobreviviente del holocausto, y yo somos de esta opinión.

Asimismo, no hay que olvidar que la obra principal de Grass, la trilogía de Danzig, que narra la vida de Oskar Matzerath (Tambor de Hojalata, Katz und Maus y Hundejahre) se identifican con la vida de Alemania y del alemán común, de manera que, de alguna forma, en esta recién aparecida autobiografía, muchos se ven como en un espejo. Lo que tal vez explique el rechazo uniforme a Grass y a sus tardías confesiones dentro de Alemania, pues a nadie le gusta que le digan verdades desagradables, más aún cuando las considera ya superadas.

Rechazo que contrasta con las críticas bastante más benevolentes que he leído en medios no alemanes (p. Ej. en el Corriere della Sera), salvo en los medios polacos que -como era de esperarse- se han lanzado de lleno contra este otrora hijo predilecto de Danzig (ciudad libre, hanseática, hoy Polonia, donde nació y creció Grass).

Günter Grass ha sido durante decenios el acusador por antonomasia, la persona que iba con el dedo levantado -como se dice en alemán- buscando enemigos políticos o culturales a quienes acusar de nazi. Pocos se han salvado de las diatribas de este hombre que nunca se ríe. Después de conocer su vida, a través de este libro autobiográfico, podemos comprender la amargura, la desesperanza y el rencor, que se transmite en toda su obra y en su actuación anterior.

Desde su pobreza de pequeño burgués amargado, desde su frustración sexual -que él mismo narra en el libro- desde su envidia, desde su resentimiento social frente a los que tenían más, desde su imposibilidad de tener amigos. Desde el cariño no confesado por su madre y el desprecio y desamor por su padre.

Desde las profundidades de la frustración humana se levanta Oskar-Günter, para erguirse por sobre los demás. ¡Y pobre que alguien no reconozca su superioridad! Llámese Martin Walser (otro escritor alemán, el típico segundón que nunca ha alcanzado la popularidad de Grass y su eterno rival) o llámese Konrad Adenauer o editorial Springer.

El que no acepte que Grass es el más grande -hay mucho de megalomanía en su personalidad- será arrojado al infierno. Lo que no sabíamos hasta ahora es que el mismo Grass había sido uno de los guardias de ese infierno.

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Aprovecho de recomendarles este video en que Grass hace una defensa del Partido socialdemócrata alemán. El video, en la página de la colectividad política.

El título es Prominente Unterstützer, esto es personalidades prominentes que apoya(ro)n la campaña de la SPD el 2005.

7.25.2006

¿Europa vs. Europa?


Como offshore-outsourcing o simplemente offshoring se designa un proceso por el que las empresas localizan parte de su producción en un lugar geográfico distinto, comúnmente, en otro país. Hasta ahora, en castellano se hablaba de deslocalización -sacar de lugar- sin embargo, hoy se le denomina relocalización, término más feliz y menos negativo.

La relocalización es la principal tendencia que observamos en la economía europea-occidental en la actualidad. Estamos frente a empresas que relocalizan, esto es que trasladan procesos de producción desde Europa occidental hacia otras regiones del planeta.

A partir de la década de los noventa (o incluso antes), las grandes empresas -los llamados global players- relocalizaron en dirección Asia y a “Europa del Este”. En los últimos años, las empresas medianas se han atrevido a relocalizar; generalmente se han quedado en Europa. Concretamente en Europa Oriental y Central, región del mundo que, el 1° de mayo del 2004, pasó a integrar la Unión Europea, con lo que el tráfico de mercaderías, de personas y de dinero se hizo mucho más fácil.

Es esta relocalización la que ha permitido sobrevivir a las empresas alemanas medianas. Evidentemente, Europa oriental y central es una región más asequible para el europeo occidental que China o Indonesia. Los países de Europa del Este tienen, en general, un background cultural similar, están más cerca geográficamente y hay menos problemas de idioma (al menos para los alemanes). Evidentemente hay diferencias, producto de medio siglo de vivir bajo regímenes totalmente diferentes, pero esta diversidad puede ser un enriquecimiento y no necesariamnente una barrera.

Asimismo, cuentan con personal calificado, pero no tan caro como el de este lado de Europa; generalmente su infraestructura deja aún que desear, pero sin duda, alcanzará con más facilidad que otras regiones del mundo, los niveles de la UE.

La causa principal para la relocalización es, sin duda, el intento de bajar los costos.

Una de las razones para abandonar el propio país es su alta carga tributaria. En Europa occidental, salvo en Chipre (15%) e Irlanda (12,5%), la tasa impositiva empresarial sobrepasa con mucho el 25%, al que llegan Suiza y Austria, que también se han convertido en un oasis para muchos empresarios que han trasladado las mismas centrales de sus firmas a estos dos países.

Otro de los motivos para la relocalización es el alto costo de la mano de obra. Hay que considerar que la tajada mayor corresponde a la tributación, a las cargas de todo tipo y a los innumerables seguros que afectan al trabajo. Por tal razón, empresarios de Europa occidental han comenzado a trasladar procesos de producción a “los diez nuevos países” de la UE.

Como consecuencia, en Europa occidental, los ciudadanos temen perder sus empleos debido al offshoring. Esta fue una de las razones principales -yo diría que la principal- que condujo al electorado francés a votar en contra del proyecto de Constitución europea en mayo del 2005 y también uno de los motivos más importantes para el No holandés de 1° de junio del año pasado. Además, es lo que alimenta, en gran parte, el movimiento anti-globalización europeo.

Sin embargo, se olvida que una disminución de los costos aumenta la productividad de la empresa concreta y muchas veces es lo que le permite sobrevivir y contribuye así a que haya menos desempleados. Además, mantener los productos a un precio más bajo, beneficia al consumo interno.

Asimismo y dado que la economía europeo-occidental está orientada a la exportación (la economía alemana, pese a sus enormes problemas estructurales, sigue siendo campeón mundial de las exportaciones, alimentando simultáneamente y durante años, a cinco millones de desempleados), la reducción de los costos le permite competir en el mercado mundial, incluso a medianos y a pequeños empresarios que, de otra forma, se verían sobrepasados por las grandes empresas. Esto es aún más significativo, considerando que, desde hace ya varios años tenemos un euro alto, lo que resta competitividad a las exportaciones europeas.

Por último, las estadísticas -al menos las alemanas- indican que un 18,1% de los empresarios se muestran muy contentos con la relocalización; un 46,0%, satisfechos y un 20,6% señala que hay aspectos positivos y también negativos y que ambos han estado igualmente presentes en la relocalización efectuada.

Sin duda, este es un campo en queda mucho por hacer pues ningún país es igual a otro, los agente económicos son personas con una cultura y una historia individual que merecen un trato también diferente. Pero es un proceso que no se puede detener, pues no se puede hacer retroceder el reloj o el calendario.

6.27.2006

Alemania y el Mundial


En realidad quería referirme a un tema mucho más serio, a la visita del Pdte. norteamericano a Viena y Budapest. Y al anuncio del inspector de la ONU, el austriaco Manfred Nowak en el sentido de un eventual próximo cierre de Guantánamo, a lo que Bush se refirió en Viena el jueves pasado. El discurso del mandatario estadounidense fue muy simple: hay 460 personas en Guantánamo; más o menos 200 de ellas pueden ser liberadas, pero ¿dónde enviarlas? No pueden regresar a sus países de origen. Nowak había propueso, a mediados de mes que las recibiéramos en Europa, concretamente en Alemania, Francia y Austria. Sin embargo, ninguno de los gobiernos de estos países han ofrecido recibirlos.

Pero no escribiré de un tema tan aburrido, sino que prefiero hablar del Mundial que es, sin duda el evento del mes, en Alemania, en Europa y, me atrevería a decir, que en todo el mundo.

¡Cómo nos ha cambiado la vida en Alemania desde que empezó el Mundial! En cuanto al clima, el primer día del Mundial comenzó el buen tiempo. El verano ha dejado de ser un invierno pintado de verde, para ser un verano de verdad: con dos días de mucho calor, para refrescar un poco al tercero y luego retornar a la bijornada calórica.

En el plano económico, el Mundial ha sido precedido por lo que el socialdemócrata Bert Rürup ha calificado como el efecto Merkel sobre la economía. Se dice, que, durante el gobierno de Schröder, no estábamos tan mal; pero el ánimo andaba por los suelos. Y que, con la canciller Merkel, las cosas no andan tan bien; pero el ánimo está por los cielos.

Los analistas aseguran que el 2006 será un año de boom económico, debido sobre todo 1) al Mundial, 2) a la demanda adelantada de productos caros, como autos, televisores o inmuebles, pues los consumidores quieren comprar ahora y no el próximo año en que deberán pagar más impuestos (el IVA subirá el próximo año de 16 a 19%) y 3) a la recuperación de la economía mundial que incide en el aumento de las exportaciones alemanas. Recordemos que, en cuanto al volumen de exportaciones, Alemania ganó ya el título mundial. En definitiva, aunque la economía no se ha recuperado aún, se dan indicios que pueden llevarnos a pensar que terminaremos el 2006, con un crecimiento económico de un 2%.

Asimismo, ha mejorado el clima laboral: los ecuatorianos, alegres de que su equipo haya pasado a los octavos de final (finalmente perdió frente a Inglaterra) y obtenido el segundo lugar del grupo A, trabajan más y mejor, si esto es posible. La ecuatoriana es una de las más comunidades de ilegales más (sacrificada y) numerosa del país.

Pero el avance más significativo -del que no se percatarán los turistas- es que se ha liberalizado, sólo durante estas semanas, el horario en que los negocios pueden abrir sus puertas al público. Ya no tienen que cerrar a las 18 horas o, como máximo, a las 20 -tener abierto hasta las 8 de la noche es un gran avance logrado durante los últimos años-. ¡Pueden abrir hasta más tarde e incluso los domigos! Claro que la libertad en el horario terminará después del 7 de julio, en que volverán a regir las estrictas reglas de atención al público.

Ahora, podemos hablar con propiedad de un efecto Mundial: los hoteles están llenos; el buen tiempo ha permitido que bares y restaurants coloquen sus pantallas de televisión fuera de los locales, lo que se traduce en un lógico aumento de público y del consumo. Las tiendas deportivas, las de ropa, las joyerías, librerías, en fin todos han vendido artículos relacionados con el evento en general y con el fútbol en particular.

En las ciudades hay un ambiente de fiesta que ayuda a olvidar lo gris que puede ser la vida en Alemania, sobre todo considerando que tenemos un desempleo del 12%, que el próximo año tendremos que pagar 3% más de IVA, que el sistema de salud y de pensiones no pueden subsistir como sistemas de reparto debido a la implosión demográfica y deberán ser financiados con los impuestos. Y que dependemos cada día más del gas de Moscú... de Siberia. Pero para qué preocuparnos, si seremos campeones mundiales de fútbol.

5.23.2006

El aumento del uso de condones y del sida en Alemania

En octubre pasado escribí una columna referida al alarmante aumento del sida en Alemania. En el foro de de este diario, los lectores y yo estuvimos de acuerdo en que habría que conocer las cifras sobre el uso del preservativo, para saber si realmente es el empleo del condón la manera más eficaz de combatir la propagación de esta enfermedad mortal.

A principios de este mes, el Instituto Epidemiológico federal alemán Robert Koch y la Bundeszentrale für gesundheitliche Aufklärung, esto es la Central federal de educación para la salud sexual, dieron a conocer, en Berlín, un estudio al respecto.

Sus resultados -igualmente alarmantes- ocuparon nuevamente las páginas centrales de los periódicos alemanes. Pese a que, tanto las ventas, como el uso de los condones han aumentado, no sólo no han disminuido los nuevos casos de sida, sino que su número es aún mayor.

El informe que comentaré, se titula Aids in öffentlichen Bewusstsein der Bundesrepublik Deutschland 2005 y está en internet en pdf (pondré el link en el foro de este diario). Este es el informe de las entidades mencionadas en su versión corta y para todo público; por tanto más fácil de leer para los lectores de La Segunda, debido sobre todo, a la abundancia de gráficos. Me basaré en él, en la confianza de que los lectores lo encontrarán en la red y comprobarán la veracidad de mis palabras.

Las ocho grandes campañas gubernamentales para prevenir el sida a través del empleo de preservativos, han cumplido ampliamente sus objetivos, alcanzado, en porcentajes altos a las personas a las que estaban dirigidas. La efectividad de estas campañas aumentó durante el año 2005, en relación con el 2004 en siete de ellas (gráfico 1).

Lo que también ha aumentado -esto es positivo- es el convencimiento de la necesidad de integración y aceptación de los enfermos de sida en la sociedad (Gráf. 4).

El mismo informe revela que el 68% de los jóvenes que viven solos (en Alemania es costumbre irse de la casa al terminar el colegio) tiene a mano condones (en su departamente o los lleva consigo).

En 1989, un 21% de las mujeres jóvenes que vivían solas tenía condones a mano. (Entre los varones, en ese entonces, la cifra llegaba a un 57%, una diferencia bastante grande). El 2005, el porcentaje de las mujeres en igual condición alcanzó al 61%.

El Gráf. 5 revela que el número de singles mayores de 45 años que está en posesión de condones, ha aumentado ininterrumpidamente desde el año 89 hasta el 2005.

El Gráf. 6 muestra que, entre los singles menores de 45 años, se ha elevado considerablemente el empleo del condón, desde el año 88 a la fecha.

El Gráf. 7 revela como el uso de los preservativos ha aumentado -desde 1994- al inicio de una nueva relación (esto es, en los primeros 6 meses).

En el Gráf. 8, vemos como la venta de condones ha crecido considerablemente desde el 84 hasta nuestros días.

Podría pensarse que el aumento en las ventas, la tenencia y el uso de los preservativos se debe a un aumento de la población. Sin embargo, la población alemana no aumenta, sino que disminuye (sobre todo la población joven), debido a la implosión demográfica a la que también me he referido en columnas anteriores.

Lamentablemente lo que sí aumentó fue el sida, en un 13% entre el 2004 y el 2005.

En suma, han subido las ventas de preservativos y ha aumentado su empleo (porque una cosa es comprarlos y otra, usarlos); pero, contrariamente a lo que se esperaba, también ha aumentado el número de nuevas infecciones de sida.

La conclusión la dejo a los lectores.

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El documento pdf lo copié en una página mía porque parece que ya no está más en la página del Instituto. O yo no lo encuentro.

4.24.2006

El Código da Vinci


Reconozco que me encanta este tipo de películas, como Lara Croft, Indiana Jones, National Treasure o Underworld. Pero que hay cosas que me importan infinitamente más que mi propia fruición. Y una de ellas es el respeto por la religión y los sentimientos religiosos de los creyentes, como demostré a través del rechazo a las caricaturas del profeta Mahoma, a lo que me referí en una columna anterior.

Es evidente que la Iglesia católica u otras iglesias cristianas no pueden prohibirnos ver la película de Tom Hanks. Pero es nuestra decisión informada y consciente si la vemos o no, si financiamos algo que no respeta la religión de muchas personas con las que convivimos o de nuestra propia religión, en el caso que seamos cristianos.

La historia tiene mucho que ver con las entretenidas películas de Indiana Jones (profesor de arqueología, etc.), pero le falta el elemento divertido y la calidad de ser una película para toda la familia de las cintas de Harrison Ford. Analicemos muy someramente la historia de Dan Brown. Este autor norteamericano, casado con una historiadora del arte, plantea en el fondo que el cristianismo es falso y no sería más que un invento de la Iglesia católica.

¿Por qué? Jesús estuvo casado con María Magdalena y tuvo con ella una hija, ambos hechos habrían sido ocultados por la Iglesia. Ésta no sería más que una invención del emperador Constantino, quien buscaba unificar su imperio mediante una religión única y para esto, se sirvió del cristianismo, entonces una religión emergente. El emperador fusionó las enseñanzas cristianas con las tradiciones paganas, con el fin de que fueran absorbidas con más facilidad por sus súbditos (una suerte de sincretismo impuesto desde arriba). Constantino organizó el Concilio de Nicea, en el que se sometió a votación la declaración de la divinidad de Jesús, considerado, hasta ese momento, simplemente como un hombre ¿Alguien conoce el arrianismo? Esta tergiversación obligó a destruir todos los relatos evangélicos y a reescribirlos, para demostrar la divinidad de Cristo. En la manipulación se suprimió a la mujer de Jesús, convirtiéndola en la actual María Magdalena. Desde ese instante, se habría dejado de lado el aspecto femenino y sexual de la religión. No hay que olvidar que, hasta ese entonces, en muchas religiones naturales se realizaban ritos sexuales.

La verdadera religión no sería la mentira del cristianismo, sino que se hallaría en los cultos precristianos, en que se adoraba la divinidad femenina y se practicaba el sexo sagrado. Es un poco el liberarse de las represiones sexuales (Sigmund Freud), el volver al pasado, a la naturaleza, que fascina a los habitantes del primer mundo.

Para ocultar toda esta gran manipulación, la Iglesia católica -y las otras iglesias nacidas de ella, que continúan ocultando la realidad- habría asesinado e iniciado innumerables de guerras. De manera que, si no existiese la iglesia ¿tal vez no habría guerras? ¿Es la última Guerra de Irak -que Juan Pablo II intentó evitar por todos los medios- un ejemplo de ello? ¿Recuerda alguien al cardenal Samoré?

La trama es una expresión vulgar del afán del revisionismo literario, que mezcla lo que podría ser realidad con lo que es claramente ficción, para intentar cambiar así la historia oficial. Y esto, en personas con escasa cultura histórica, acaba por sustituir el estudio de la historia por una reconstrucción de la misma basada en las novelas de ficción.

Brown va más allá: Cristo y María Magdalena habrían tenido una hija de cuya descendencia procederían los reyes de Francia. Otro aditamento que gusta a la gente simple de todo el mundo: el de las familias de la nobleza. Lo único que falta es que ahora tengamos que rendir honores de semi-dios a los descendientes de los reyes de Francia (de los merovingios, lo aclaro porque hay varias familias que reclamarían el trono, si Francia no fuese una república).

La búsqueda del santo grial (sangre real en la película) es algo que igualmente fascina a los anglosajones desde hace siglos y este elemento también es incorporado a la trama. Quienes somos fanáticos de las historias del Rey Arturo conocemos bien esta ficción.

Lo de los templarios es también un leit motiv de la ficción europea desde hace años. No faltan los grupos de constitución posterior al primer milenio que buscan raíces en un místico pasado templario, ya sean los rosacruces (que nacieron en Alemania) o los valdenses (que perduran en Italia e incluso un ministro del exterior de Andreotti pertenecía a este grupo).

A quienes la película deja muy mal es a los albinos, que ya han protestado en los EEUU: Silas, el monje asesino, es nada menos que un albino. Pero ¿a quién se lo ocurriría contratar a un albino, fácilmente identificable, como un asesino en serie? Máxime si viste un hábito a la Darth Vader problemático, a la hora de escapar.

Este interés por el cristianismo, en medio de un ambiente esotérico post new age, demuestra que nuestros contemporáneos tienen ansias insatisfechas de Dios, de saber más de Jesucristo, de María Magdalena y de historia, no sólo de historia de las religiones, sino de historia general. Ansias que no pueden ser cubiertas por las películas de Hollywood, máxime si contienen tantas tergiversaciones y superficialidades como el Código.


El Código da Vinci